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Reflexiones

Música + Internet = ¿Cárcel?

[Nota: No he conseguido localizar las fuentes originales pero esto lo ví en el foro de eMulespaña]

El próximo 1 de Octubre más de media España puede acabar en la cárcel. La reforma del Código Penal, a la que curiosamente tanto PSOE como IU presentaron enmienda a la totalidad cuando fue propuesta por el PP, va a entrar en vigor tal y como la redactó el gobierno anterior y parece ser, según nos cuentan, que los internautas vamos, por fín, a ser encerrados como Dios manda para que los músicos de este país puedan vivir de su música sin que les robemos nada. ¿Habrán habilitado espacio suficiente en cárceles y demás centros de detención para los cientos de miles de internautas españoles que existimos en La Red?. Porque hay algo con lo que quizá no han contado: La Solidaridad que en Internet habita. Y si en este país se produce una sola detención por hacer uso de los programas P2P, seremos cientos de miles los internautas que nos presentemos en la comisaría más cercana a nuestro domicilio para entregarnos voluntariamente y correr la misma suerte que el o la compañero/a detenido/a. Quizá esto no lo sepa el Gobierno y por eso se lo digo; para que vayan estudiando qué van a hacer con nosotros y en dónde nos van a encerrar. Claro que quizá me equivoque, a tenor del cambio de talante del señor Zapatero sobre esta reforma cuando ha llegado a Moncloa, y sí que se haya previsto y acabemos en Guantánamo...

Dejando de lado la sorpresa que me produce este "cambio de chaqueta ideológico" que ha sufrido el Partido Socialista en tan poquito tiempo, no puedo dejar de hacer algunas reflexiones sobre el gran peligro que corro, a mis 52 primorosos años, de acabar entre rejas por hacer uso (muy de vez en cuando) del derecho a la copia privada que la Ley me concede. Me pregunto: ¿meterán también en la cárcel a los usuarios de radiocasetes?. Porque, por mucho que digan los detractores de las nuevas tecnologías, grabar una canción descargada de Internet, en un cd, para escucharla en el coche o en mi casa, es exáctamente igual que grabarla en una cinta de casette cuando la emiten las emisoras de radio o la tele... ¿o no lo es?... que alguien me explique la diferencia, por favor, porque es que yo, sinceramente, no la encuentro por muchas vueltas que le doy al tema.

"La música se muere", nos dicen desde las televisiones, radios y carteles pegados, sobre todo, en las marquesinas de las paradas de autobuses. Y eso es mentira, señoras y señores; eso, es mentira. Lo único que se está muriendo es el negocio que a costa de la música hacen empresas discográficas y entidades de gestión de derechos de autor que nada tienen que ver con el arte de componer y expresar de forma canora esa composición. Ese negocio, sí que se muere. Y se va a morir de todas formas, con detenciones o sin ellas, porque como dice el dicho: "Se puede engañar a todos algún tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo". Y ya está bien de embustes, patrañas e insultos. Quizá hasta venga bien alguna detención de verdad para sacar el tema, de una vez por todas, a la palestra...

"Ahora la Ley actúa", eso nos dicen también. Pero... ¿es que antes no actuaba?. La Ley, precisamente la de Propiedad Intelectual, recoge muy explícitamente la diferencia que existe entre la copia privada y la copia de seguridad, diferencia que, muy torticeramente, obvian las citadas discográficas y la SGAE y afines para confundir a la gente y hacer parecer igual lo que, con total claridad, repito, está más que diferenciado en la citada Ley. La copia de seguridad es la que se puede hacer de una obra original con el fin de preservar ésta de roturas o averías; es imprescindible, por tanto, poseer el original para poder tenerla. La copia privada no exige la posesión del original ya que es la que un usuario puede hacer, de cualquier obra, para su uso personal, siempre que no exista ánimo de lucro al realizar dicha copia. Estaríamos ante la grabación de una canción emitida por la radio en una cinta de casette o descargada desde Internet y grabada en un cd, que podríamos escuchar todas las veces que quisiéramos, pero que no podríamos vender a nadie, porque entonces habría ánimo de lucro y sí que sería ilegal a todas luces. Como ejemplo de copia de seguridad, podríamos utilizar las sesiones que preparan los discjokeys en las discotecas que, obviamente, sí que se lucran con la difusión de las obras musicales y deben, por tanto, poseer los originales de las canciones que utilicen para mezclar esas sesiones.

Lo que realmente es delito es vender obras musicales con dispositivos anticopia cuando es público y notorio que el derecho a copiar lo que se ha comprado está recogido en la Ley de Propiedad Intelectual... ¿Dónde está el Fiscal General del Estado?. ¿O es que un delito fragante como este no merece su atención?... en Francia si que lo ha merecido y ya hay demandas en marcha contra empresas discográficas por vender DVDs con estas protecciones. En España, por contra, la simple tenencia de un rotulador podrá ser considerada un delito dentro de unos días, ya que para quitar la protección de un tipo de DVD (no recuerdo cual), basta con pintar su filo con un rotulador, y la reforma dice algo similar a esto: "El que se encuentre en posesión de cualquier dispositivo o programa que para desactivar la protección anticopia sirva..." Pa echar a correr, vamos, dicho sea en granaíno puro y con mucha guasa...

Resulta chocante que la propia página web de la SGAE informe a cualquier visitante que a ella acceda, del derecho que se tiene a la copia privada:

"Según la Ley de Propiedad Intelectual una obra ya divulgada puede ser reproducida sin autorización del autor cuando dicha reproducción se hace "para uso privado del copista" y siempre que la copia no sea objeto de utilización colectiva ni lucrativa.
Por tanto, un usuario particular no tiene que solicitar autorización del autor/es de una obra musical o audiovisual cada vez que graba la misma para su propio uso, y sin que vaya a ser objeto de negocio.
Pero esta reproducción autorizada por Ley, genera una remuneración compensatoria por copia privada, que está regulada también en el artículo 25 de la Ley de Propiedad Intelectual y que está destinada a compensar la pérdida de ingresos que, para los titulares de una obra musical o audiovisual genera esta posibilidad de hacer copias de las mismas para uso privado. Es obvio que cada vez que se hace una copia de un disco para uso privado, se deja de vender un ejemplar del mismo, por lo que hay que compensar de alguna manera a los titulares de las obras contenidas en el mismo, por los ingresos que dejan de percibir". (sic)

Pues visto esto... ¿de qué se nos acusa?. Si por ejercer el derecho a la copia privada se nos grava con un canon todo aquel aparato capaz de grabar música; se nos aplica también un canon a los soportes necesarios para poder grabarla (cds y dvds); se impone un canon sobre impresoras, scaneres, memorias de máquinas fotográficas, reproductores de mp3...; se incautan del 10 % de la recaudación de cada concierto, obra teatral, recital, etc.; se les cobra a los bares un canon por la música que puedan poner en sus locales; se les recauda el 7% del presupuesto que tengan dedicado a música los Ayuntamientos para las fiestas locales... ¿De qué demonios se queja esta gente?. Ellos mismos están reconociendo el derecho a la copia privada al cobrar absolutamente por todo lo que sea capaz de emitir el más mínimo ruido que tenga semejanza con los acordes musicales... ¿Y pretenden que nos encierren, encima, por copiar canciones, después de haber pagado por todos lados para poder copiarlas?... Permítanme que por pudor, silencie lo que aquí debería seguir...

La realidad, es que esta queja que la SGAE hace no es más que una cortina de humo, densa y negra, que han interpuesto para desviar la atención de los consumidores de la verdadera losa que pesa sobre la música en nuestro país y que no es otra que la nefasta gestión que de ella hacen las empresas discográficas y la entidad antes citada. Muy largo es el tema para desarrollarlo al completo, pero aún así, voy a intentar detallar algunos de los desmanes que con total impunidad se están cometiendo:

1.- Para empezar hay que decir bien claro que NO todos los autores de este país están afiliados a la SGAE. La SGAE NO es la representante de todos los creadores españoles, y, por lo tanto, NO es la abanderada del movimiento musical ibérico por mucho que se esfuerce en hacérselo creer a los que no tienen la suerte de informarse a través de Internet sobre este particular. Son cada vez más los creadores que dan la espalda al modelo de gestión de derechos que esta entidad propone, y la Ley los respalda. En ningún apartado de dicha Ley se dice que un autor tenga que apuntarse a ningún lado para tener derecho al reconocimiento de sus derechos sobre su obra. ¿Y cobran algo estos autores -disidentes sgearianos-, de las recaudaciones que la SGAE hace en su nombre?. La respuesta es NO. Absolutamente todo el dinero que recauda la SGAE se reparte entre sus afiliados. No hay que ser muy "entendido en leyes" para darse cuenta de que aquel que se queda con algo que no es suyo hace algo que "no está bien", y si la SGAE recauda un impuesto global, como son todos estos cánones, y lo reparte entre sus afiliados nada más... pues creo que la Fiscalía debería de ser quien terminara este párrafo, así que ahí lo dejo... aunque sí voy a decir que, cuando menos, una auditoría por parte del Tribunal de Cuentas sí que vendría a cuento...

2.- Para poner en práctica el verbo GRABAR en informática, son necesarias dos cosas además del lógico ordenador: Una grabadora y un soporte. Ambos están "canonizados". La grabadora con 0,60 euros. El soporte con 0,13 euros por hora de grabación si se trata de audio (CD) o con 0,30 euros por hora si es audiovisual (DVD). Aclarando: Una grabadora sin CD, no sirve para grabar; un CD sin grabadora, tampoco. Sin embargo se gravan las dos cosas; o sea, que pagamos doble canon por una sola grabación... quizá por estos pequeños detalles se diga por ahí fuera que "Spain it's diferent"... sobre todo porque encima de que se nos haga pagar estas duplicidades... se nos llama piratas y pendejos electrónicos por hacerlo y ahora, además, se nos quiere meter en la cárcel... muy negro el panorama en pleno siglo XXI.

3.- El que un CD normal y corriente lleve incluido en su precio 0,20 euros (13 céntimos por hora son 20 céntimos por CD, ya que la duración de los mismos suele ser de 74 minutos), puede parecer una cantidad irrisoria y casi nadie echa cuentas al comprarlo... pero si leemos en el informe anual de gestión de la SGAE correspondiente al año 2002 la cantidad recaudada por este canon, mejor es hacerlo sin tener la boca llena para no correr el riesgo de atragantarnos porque... fueron 38 millones de euros los que por este concepto se embolsaron los cantantes apuntados a la SGAE; 38 millones del año 2002; esperemos al 2006 para conocer los resultados del corriente...

No sería criticable, por muy abultada que fuese la cantidad, si este montante fuera fruto realmente de grabaciones musicales, pero.... ¿todos los CDs que se venden en este país se emplean para grabar música?... No, no, no y no. Tan es así, que una enorme cantidad de esos dineros recaudados, los han pagado los mismísimos presupuestos del Estado. ¿Les parece extraña esta afirmación?. Pues vamos a divagar un poquillo: El Ministerio de Justicia, lógicamente, emplea estos soportes para archivar los casos judiciales que se celebran en todos los juzgados del país. De paso habría que añadir aquí los despachos de abogados, notarías, procuradurías, etc, etc... ¿Cuántos cds puede gastar la Judicatura y todas sus derivaciones al cabo del año en España?... muchísimos ¿verdad?... pues multiplicados por 0,20 euros, la cantidad resultante es la cuantía con la que contribuye este colectivo a la "buena salud" de los afiliados a la SGAE en esta España que vivimos; cantidad que, desde luego, no debe ser nada despreciable. Pero sigamos, que hay más: El Ministerio de Sanidad y la Seguridad Social, así como hospitales, residencias de todo tipo y consultas médicas en general, etc., etc., también usan estos soportes para archivar los datos de los pacientes españoles. ¿Cuántos "cederrones y deuvedeses" gastará el colectivo médico al año en nuestro país?. La cifra debe ser elevadísima ¿no?... pues multipliquemos por 0,20 euros y tendremos la "cantidad insignificante", que según palabras de la "directiva sgeariana" aporta la Sanidad española al mantenimiento de los "pobreticos autores afiliados". Y ¿qué decir del Ministerio de Educación?... Las universidades, colegios, institutos, academias... ¿gastarán Cds y DVDs en sus jornadas lectivas?. ¿Usarán estos soportes para archivar los datos académicos del colectivo estudiantil?.... Con total seguridad que sí y muchos han de ser los soportes que utilicen, que, como no podía ser de otra manera, van gravados con sus 0,20 céntimos cada uno para que la SGAE los reparta entre sus abonados.... Esto ya sí que empieza a ser preocupante ¿verdad?... pues ajustense los cinturones, porque hay más, mucho más: ¿Y las Administraciones Públicas?... Ayuntamientos de todas las provincias españolas, Diputaciones, Sedes Gubernamentales, Delegaciones del Gobierno, Juntas de Comunidades Autónomas, Instituciones de todo tipo, Sedes del Gobierno Central repartidas por todo el territorio nacional, Congreso de Diputados, Senado, Parlamentos Autonómicos... ¿Podríamos conocer el número de soportes informáticos que utiliza la Administración española al año sumando todas y cada una de sus delegaciones?. Sinceramente creo que no; pero sí que podemos imaginar un número muy alto y multiplicarlo por los 0,20 centimitos de nada... a buen seguro que me dejo alguna Institución sin nombrar, pero por lo que respecta a la "partida" que para los representados por la SGAE contemplan los Presupuestos Generales del Estado, creo que con esta muestra es más que suficiente para concienciar a los "no pendejos" un poquito sobre de qué va esto de la piratería en Internet... así que voy a referirme, también de pasada, a la Empresa Privada, que también paga ¡cómo no!, a estos pobres "esmayaos" que, gracias a Dios, tienen a la SGAE como ángel protector...

Empresas de diseño gráfico, redacciones y editoras de diarios y revistas, bancos y cajas de ahorros, talleres mecánicos, hipermercados y grandes superficies, empresas distribuidoras de productos de alimentación (Merca-Madrid, Merca-Barna... etc.), proveedores de servicios de telefonía, clínicas privadas, dentistas... en fin, ¿para qué seguir?...

Y digo yo: ¿Sería tan difícil hacer como con el gas-oil?. Ya se sabe que el gas-oil que usan los barcos y maquinaria agrícola es rojo, en vez de amarillo, para que la Guardia Civil pueda comprobar el posible fraude sólo con una ojeada... ¿no se podrían usar CDs "coloraos" para la música?, porque de este modo, cualquier CD de otro color que contuviera algún tipo de cántico, fuese del tipo que fuese, podría ser incautado "ipso facto" y su propietario puesto a disposición judicial para que sobre él cayese todo el peso de la Ley... pero quizá esta solución sea demasiado fácil...

No obstante, y antes de terminar esta "bajada a los infiernos" que para mí supone adentrarme en "los suburbios de esta entidad de gestión", no puedo dejar de hacer mención a dos barbaridades más que también se cometen, con la total anuencia de los hasta hoy gobernantes que en este país ha habido, fuesen del pelo que fuesen, contra los propietarios de bares y restaurantes y de las tiendas de discos. A los primeros, se les cobra no sólo por poner CDs musicales en sus locales, sino también por tener televisión o radio. Son el único colectivo que tiene que pagar por hacer publicidad a los artistas en sus negocios. ¿Hay algo más incongruente que esto?. Es decir, cuando toda empresa paga precios, en algunos casos astronómicos, a quien haga publicidad de sus productos, a los cantantes les pagan los bares por hacerles publicidad de sus obras.... ¡Toma tela marinera!. Como si los clientes fuésemos a los bares a escuchar música y a extasiarnos con los gorgoritos del Bisbal o de la estrella de turno... no sé en otras ciudades como será este asunto del bebercio, pero en Granada, la gente va a los bares a comer tapas, beber copas y contar chistes, principalmente.

Cuando los dueños de estos negocios se enteren de que se pueden bajar de Internet canciones libres de derechos de autor, que pueden grabar libremente en cds y reproducir cuantas veces quieran sin tener que pagar nada por ello ¿seguirán pagando a la SGAE el recibo que les autoriza a tener como ruido de fondo las canciones de sus representados?... a mí me da que no. Y no van a tardar mucho en enterarse de que no sólo hay grupos que darían saltos de alegría al saber que tal o cual hostelero ha decidido reproducir sus obras en su negocio, sino que ya existen en Internet emisoras en las que sólo se emiten canciones de libre reproducción, asíy que les basta con tener un ordenador conectado a Internet para tener música, sin problemas asociados, dando ambiente las 24 horas del día... tiempo al tiempo, señores, tiempo al tiempo...

Lo de los segundos, las tiendas de discos, sí que es de Juzgado de Guardia. Resulta que si a un comerciante de este tipo se le ocurre poner a la venta cualquier obra de un artista que no pertenezca a la SGAE, le es retirada toda la mercancía que en su local tenga y cuyos derechos de autor represente esta entidad; o sea, toda la mercancía. Monopolio puro y duro. Por eso, con tantísima polémica como hay sobre este asunto, no hay ni uno que haya dicho esta boca es mía. ¿Cómo es posible que se permitan hechos como este en la época que vivimos?. ¿Realmente no hay un sólo político en este país que no haya caído en la cuenta de estos abusos?. Miedo me da pensar que así sea, no ya por la música en sí, que nunca va a desaparecer como quieren hacernos ver, sino por la falta de sensibilidad política hacia la cultura, en general, por parte de los gobernantes. Abandonar a su suerte a autores principiantes, condenándolos a hipotecar sus obras, tanto presentes como futuras, a la gestión de la SGAE sin ofrecer ninguna otra alternativa; negarse a fiscalizar las recaudaciones que la SGAE lleva a cabo, haciendo un justo reparto de los beneficios entre TODOS los autores que estén registrados como tales; volver la cara cuando empresarios de todo tipo estan siendo coaccionados por los inspectores de la SGAE, a los que algunos llaman "buitres" en privado, no sin cierta razón, que llegan a sus negocios en coches de superlujo y haciendo ostentación del poder que, parece ser, la Ley les otorga... La verdad es que estas actuaciones nos retrotraen a tiempos que deberían estar ya más que olvidados. Pero así es por ahora, por desgracia, aunque tengo la impresión de que pronto, muy pronto, va a empezar a dejar de serlo.

Quiero terminar este artículo con una referencia somera a la reunión que hace unos días tuvo el Presidente Zapatero, en Moncloa, con una representación de la musicalidad española, en su inmensa mayoría inscrita en la SGAE, aunque había algunos; dos de los disidentes, pertenecientes al grupo Dead Capo y responsables del sello Pueblo Records, relatan la experiencia (que no tiene desperdicio), y de su relato, entresaco algunos párrafos:

..."La cita previa era en la sede de la AFYVE (Asociación Fonográfica y Videográfica Española); mal empezamos. Al llegar comprobamos quién compone la constelación anunciada: Alejandro Sanz, La Oreja de Van Gogh, Café Quijano, Amaral, Alex Ubago, Mago de Oz, Estopa, Andy o Lucas (nunca supimos quién de los dos era), David Bisbal...

...Entran en escena Teddy Bautista y Luis Cobos, enfrascándose en una especie de arenga pre-batalla. Por lo visto, el lema del día es: “La música se muere, ayúdanos”. Ruegan una y otra vez que a nadie se le ocurra discrepar ni lanzar otros mensajes. Para reforzar la uniformidad, reparten pegatinas y camisetas con el lema de marras. Nos meten en un autobús. Alejandro Sanz irrumpe al grito de “los buenos, atrás”; le siguen algunos amigotes. Delante nos quedamos los malos, los sin-pegatina, el zanfonista Germán Díaz, una simpática chelista de la Joven Orquesta Nacional de España y nosotros. Ya en marcha, la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) y AFYVE vuelven a dar muestras de su irrefrenable amor por el pensamiento único: una mujer sin identificar ordena que cada uno saque su disco y escriba la única dedicatoria permitida: “La música se muere, ayúdanos”; precioso, pero esa clase de poesía se la dejamos a los buenos...

Llegamos a La Moncloa. Tras la foto de rigor, comienza la función. El presidente del Gobierno, sentado en un sofá, con los chavalotes de Estopa a un lado y Alejandro Sanz al otro, se dispone a escuchar lo que los músicos de este país han venido a decirle. A partir de este momento las cosas cobran un cariz difícil de definir: vergonzoso, ridículo, esperpéntico, patético... bufo incluso. Entre constantes alusiones a la retirada de las tropas españolas de Irak, siempre en clave humorística, se suceden las descacharrantes intervenciones de los músicos más exitosos del estado. Amaia, la pizpireta y nasal cantante de La Oreja de Van Gogh, demanda una mayor contundencia por parte de las fuerzas del orden en su actuación contra la piratería. Solución policial (¿no hemos oído esto mismo en otro contexto unas cuantas veces?). Al hilo de lo cual, Alejandro Sanz se aventura a asegurar que “en este país apuñalar es gratis”, refiriéndose a la escasa penalización de la piratería; luego va más allá y deja claro que para él comprar un CD pirata y robar en un banco es lo mismo... O no es lo mismo, ¿en qué quedamos, Alejandro?..."

Estopa; los de la ascensión meteórica conseguida gracias a que un amigo colgó en Internet todas sus maquetas... Alejandro Sanz; el artista mejor pagado del repertorio nacional, que cobra la friolera de 300.000 euros por concierto, con una pegatina en el pecho: "La música se muere, ayúdanos"... Patético. Real y asquerosamente patético...

Podría escribir mucho más sobre esto, como podrán ustedes suponer, pero creo que ya es suficiente para empezar a concienciar a los no internautas de la realidad que vive la musica en nuestro país. Los que habitamos en La Red, tenemos la suerte de contar con informaciones directas y de primera mano, en tiempo real, de cada uno de los abusos que se están cometiendo amparándose en la "fama de niñatos" que los internautas tenemos. Y niñatos hay, sí, pero son muchas más las personas que, como yo, no tienen edad ni tiempo para andar con "choriceos". Que buscan y encuentran en Internet información, cierta o equivocada, pero siempre veraz y no manipulada. Que usan los programas gratuitos y de código abierto que, cada vez con más frecuencia y calidad, programadores altruistas ponen a su servicio sin más interés que el de promocionar su obra y mejorarla con las impresiones y recomendaciones que compañeros programadores de todo el mundo les hacen o sugieren. Que no necesitan recurrir a piratear nada porque les sobran cosas gratis para satisfacer sus necesidades en todos los ámbitos. Que cada vez escuchan menos música "comercial" porque gracias a estos desmanes, han descubierto que la calidad musical no está en lo que anuncia la tele, sino en las obras de autores que de verdad sienten lo que hacen y necesitan ser escuchados para sentirse artistas; artistas que, a la vieja usanza, buscan vivir de su música con conciertos y directos, no sentados en el sillón de su casa.

Y La Red y sus Internautas hemos decidido apoyar a estos chicos. Internet, en la actualidad, es un hervidero de mp3 gratuitos de todos los estilos musicales que se pueda imaginar. Como setas tras un chaparrón en un día de verano, se multiplican las páginas web que ofrecen espacio en sus hosting a grupos noveles para que cuelguen sus obras. Para que las oiga quien quiera. Para que las grabe quien quiera. Ha llegado el momento, sin ningún género de dudas, de darle "otro aire" a la música. El que quiera que se suba al carro. Internet está siempre abierta a todo aquel que con buena intención se acerque a ella y, como medio publicitario, resulta notorio que no tiene parangón: ¿Serán capaces de darse cuenta de ello algún día los vasallos de la SGAE?.... como decía en alguno de los párrafos anteriores, tiempo al tiempo, señores, tiempo al tiempo...

Vampirillo, internauta.
Septiembre de 2004

Futuro incierto, pero... ¿imperfecto?

Nuevamente me mueven al comentario algunas lecturas de esta semana. Por una parte, un artículo del profesor Jorge Cortell, «La rebelión de los libros», que puede encontrarse en la página web de la Asociacion de Internautas «La invasión de los ladrones de gremios» aparecido recientemente en la Bitácora de las Indias. Y otro más que no es tal artículo sino una intervención del abogado Roberto Inchausti en Barrapunto, sobre las patentes de software, que ha llegado a ser citado incluso en la delirante página de Indymedia Barcelona, donde apenas ha generado polémica (ninguna, al momento de escribir estas líneas) muy probablemente porque los críos estos de mega-ultra-tope-izquierda-anarco-super-independentista y vete a saber qué más, son igual de deliberadamente ignorantes en materia de TIC que los políticos del sistema a quienes tan despiadadamente critican -con su razón- y a los que tanto se parecen.

¿Que relación tienen entre sí? Superficialmente, poca.

Cortell dispara sapos y culebras contra la anunciada -y después de la publicación del artículo, reculada- supresión de las rebajas de los libros de texto por la vía de la apropiación del conocimiento que ello supone para llegar a proponer que digitalicemos (escaneemos en ese estrambótico pichinglis que usamos con excesiva frecuencia, por más que lo haya admitido la Real) los libros de texto para su difusión en archivo informático de forma gratuita y desinteresada, al modo de una guerra contra tanto abuso en el ámbito de la sacrosanta, delicadísima y tan maltratada enseñanza. Recomiendo la lectura íntegra del artículo porque este párrafo es insuficiente para comprenderlo en su íntegro y recto sentido, aunque baste a los efectos de este mío.

David de Ugarte se hace eco de la alarma creciente en el corporativismo periodístico por tanto “periodista aficionado” a que están dando lugar las bitácoras, calificando el fenómeno de intrusismo profesional.

Y, finalmente, Roberto Inchausti mueve ficha, en cierto modo provocativamente, respecto de las patentes de software, un tema en el que Europa se está jugando su futuro tecnológico (o sea, todo su futuro) en medio de la indiferencia de los ciudadanos que, en su ignorancia, pagarán carísimo (no sé si con su sangre, pero seguro, seguro, que con su pan) su menfoutisme tecnológico.

Pero, en realidad, los tres confluyen en lo mismo, intencionadamente o no: los grandísimos cambios a los que va a llevar (está llevando ya) la Red. Cuando hace unos años algunos dijimos (me incluyo modestamente) que la informática e internet iban a suponer una verdadera revolución industrial muchísimo más importante que las anteriores pocos nos creyeron; cuando por fin nos creyeron, tuvimos que cambiar el argumento, a la vista de la evolución del asunto, para decir, muy poquitos años después, que las TIC no iban a ser una simple revolución política o económica, sino un verdadero punto de inflexión en la Historia y, desde luego, en los modelos sociales, políticos y económicos y no nos creyeron y seguirán sin creernos hasta que la realidad los haga bajar del burro.

No estamos ante un cambio ideológico como el que supuso el cristianismo al sustituir a la cultura romana, según el humanismo histórico; no estamos ante un cambio económico, como el paso de un modo de producción feudal a un modo de producción capitalista, según el materialismo histórico; no estamos ante un cambio geopolítico como el que supuso la Conferencia de Yalta o la caída del Muro de Berlín y del aparato comunista: estamos ante un cambio tal que las expresiones “ideología dominante”, “modo de producción” o las palabras como “geopolítica”, pueden incluso caer en la obsolescencia.

En un entorno más inmediato, esto está afectando a los derechos de autor y a la llamada (mal llamada) propiedad intelectual que se defiende no como gato, sino como tigre panza arriba, pero también, como vamos viendo, a algunas profesiones (y paulatinamente, a muchas más), todos ellos en una guerra tan dramática como para ellos perdida.

La propiedad intelectual sólo fue posible aprovechando la existencia material y de propiedad restringida y censable de la maquinaria necesaria para la reproducción: la imprenta, la estampación de discos, etcétera, todo ello perfectamente controlable. En el momento en que la maquinaria necesaria para la reproducción se convierte en un electrodoméstico y, por tanto, no es censable (no hay que matricular al ordenador como si fuera un vehículo), su posesión es, por tanto masiva, y es apta para reproducir y retransmitir material sujeto, por fuerza e imperio de la ley, a propiedad privada.

La discusión que aún no se ha iniciado, que convendría iniciar y que seguramente no llegará a iniciarse porque la realidad dejará atrás esa necesidad, es la oposición -si la hay- entre la naturaleza democrática de la ley y su naturaleza ética, es decir, si una ley que de hecho está siendo contestada por una gran masa social por vía de su incumplimiento más olímpico debe decaer o, por el contrario, cabe sobreponer el imperativo ético del bien protegido por la norma al imperativo democrático. Pero, claro, entonces la discusión se llevaría a cuál es la naturaleza y origen de la ética que da lugar a la norma, lo que cerraría nuevamente el círculo en torno a la democracia y a la mayoría como fuentes de mandatos morales, además de como fuentes originarias del derecho.

Un debate filosófico, ético y jurídico de altísimos vuelos que la ciudadanía ha obviado por vía de hecho y ha podido hacerlo porque, al contrario que derechos como la vida o la integridad física, la propiedad del conocimiento está cuestionada, guste o no a quienes disfrutan de dicha propiedad, digan lo que digan los códigos civil y penal y ese cagallón denominado Ley de la Propiedad Intelectual. En estos momentos, la sociedad está viendo cualquier obstáculo legal al libre acceso al conocimiento como un acto de tiranía. Y no sólo el ciudadano individual: cuando Sudáfrica anunció que iba a fabricar por la cara medicación patentada para luchar contra el SIDA y ahí se las dieran todas, y obligó a los laboratorios farmacéuticos a negociar precios a la baja, estaba participando muy planificadamente en esa rebelión contra la propiedad del conocimiento.

Los músicos ven su obra divulgada y compartida (¡¡y se quejan!!); a los escritores les pasará otro tanto tan pronto existan medios técnicos fiables y cómodos para la lectura electrónica; los periodistas ven que los aficionados, poco profesionales académicamente, pero garantes de una mayor honestidad al no estar extorsionados por sus editores, les estamos comiendo el terreno a través de la red porque, carentes de condicionamiento alguno, vamos directos y descarnadamente, sin la menor censura editorial, a lo que interesa al común de los ciudadanos; y si yo digo imbecilidades, no las dirá el de la bitácora de al lado, pero eso, lo imbécil o no de un contenido, queda al exclusivo juicio del lector, lo que no le permite la prensa convencional en la que un medio parece fotocopiado de otro salvo en el servicio a tal partido o a tal interés económico, corporativo, ideológico o fáctico. Sólo los foros y las bitácoras en internet han podido, por ejemplo, obligar a los medios de comunicación del sistema a divulgar noticias críticas o negativas sobre la familia real española, práctica considerada anatema hasta hace no más de tres o cuatro años. Pero los foristas, los bitacoristas, los abonados a listas de correo, no estamos trabados por pactos de reptiles suscritos en las alcantarillas gubernamentales y en las mediáticas. Además, somos gratuitos. Y aquí, en la red, no hay censura posible o, por lo menos, fácil.

El número de profesiones afectadas por reconversiones radicales o que incluso pueden llegar a desaparecer es grandísimo, y eso a medio plazo, mucho, muchísimo antes de culminarse ese vuelco histórico anunciado.

Si las previsiones de cambio son tremendas, a la vista de lo visto y de lo previsto, produce escalofríos de vértigo pensar a dónde se podrá llegar con lo ahora imprevisible e inimaginable. Muchos estudiosos de la red sostienen -y yo tiendo, en general, a creerlos- que estamos en su Edad de Piedra.

¿Qué pasará cuando se invente el fuego?

Este articulo está protegido por la Creative Commons Licence y puedes encontrar el articulo original en El Incordio.

Olvido

Olvido Que puta puede ser la soledad cuando sabes que los demas están en otros mundos, disfrutando de fantasías oníricas, revoloteando como crios en sus mas puros instintos... Pero mientras a algunos no nos da el sol nunca, y lloramos cuando nadie escucha por miedo a ser catalaogados y procesados... Descubrimos los matices de las sombras en completa oscuridad, adorando la luna que nos mira triste desde lo mas alto del cielo, casi como una burla a los que ya no creemos en el alba...
Busco el encuentro con otros como yo, recogiendo trozos de esperanza a traves de cada mundo que visito... Pero no encuentro nada... Solo oscuridad, silencio, calma... La misma calma que suena en los cementerios... La misma que nos recuerda que en el fondo todos estamos solos... La que produce las lagrimas y arranca las alas de los angeles... El mismo silencio que mata las palabras... aquél que siempre nos persigue allá donde vayamos...
Y cuando crees que ya estás anulado descubres nuevos muros de incomprension bajo el yugo de los reproches de los diurnos, esos que están ciegos por la luz... Los que no son capaces de ver que en el fondo cada alma es una esencia guardada en un frasco muy fragil... y que se resquebraja con cada golpe... hasta que solo quedan unas gotas que quien sepa valorar no podrá disfrutar como ansiara... Pero asi es la vida, y todo gira y las cosas cambian y nos recuerdan que debemos ser conformistas, aceptar las cosas y anular los pensamientos... Tan solo para ser felices... Para dejar de escuchar los gritos de los atormentados, para poder ignorar la autentica libertad... Para poder dejar de entender... Para ser capaces de olvidar lo que nos hace humanos... Para poder ver los telediarios sin inmutarnos, aceptar el lugar que nos den en el mundo y olvidar que alguna vez fuimos niños... Para poder matar de una vez cualquier rastro de sensibilidad... Para olvidar el por que de cada latido... Para olvidar a los que aman, criticar a los soñadores y recoger los frutos de al vida civilizada: Ignorancia y olvido.
Pero mientras otros sueñan yo observo... y sé que esto no debería ser asi...

Algo por lo que luchar...

El tiempo pasa y sigo aquí, delante de una pantalla de ordenador, esperando, buscando un motivo... tratando de encontrar una luz que ilumine las tinieblas del miedo, buscando un consuelo falso en un mundo de bits, ceros y unos... tratando de encontrar algo real... Algo mas allá del amasijo de cables que miro sin cesar... Buscando respuestas mas allá de la lógica y las reglas establecidas en un sistema de inteligencia básica... mas allá de los circuitos impresos...
Y grito por no ser capaz de abrir la ventana y sentir la luz del dia en mi cara... y lloro por no ser capaz de decir nada mas excepto un monton de escalas en un mastil... Y sufro por que a la larga mi unica compañía y el unico que escucha mis sentimientos, mirandome desde la distancia con frialdad e inexpresion es esta maldita pantalla...
Y sin embargo me tumbo en la cama y sueño con dias sin lluvia y luces naturales... Y en esos instantes soy feliz por sentir que algo es real pese a ser solo un sueño... Y siento como poco a poco recupero el aliento para poder enfrentarme un momento mas a esta pantalla y terminar de escribir estas palabras sin sentido... para poder sentir que a lo mejor, alguien, desde otra habitacion oscura, mirando otra pantalla inexpresiva, se acuerda de que en el fondo todos somos humanos... y que todos necesitamos huir de nuestras pantallas y abrazarnos en momentos... olvidar la frialdad del mundo moderno y la tecnología y volver a ser capaces de mirar las estrellas y sentir que estamos vivos... que no estamos solos y que todo lo que hacemos alcanza un sentido en momentos... Quizá sea una locura pero ese es uno de mis sueños y mis ilusiones... es algo por lo que luchar...

Soledad

Soledad Esto es algo que escribi el 25 de Febrero de 2000. Solo espero que os guste.

Levanto la vista y tan solo veo los susurros de aquellos que se esconden para conspirar... Veo sus muros grises y tétricos que encierran las vidas de quienes no siguen sus normas. El ambiente está cargado de palabras que serán olvidadas y de cimientos rotos que nunca sustentarán de nuevo castillos de plata...
La esperanza yace maltrecha bajo un yugo de venganzas infundadas que son lloradas por aquellos que las proclaman... El cielo se vuelve oscuro y las nubes ocultan las estrellas bajo su manto de eterna desilusión, bajo el cual escribo unas palabras poco meditadas que probablemente no me lleven a ningún lugar...
Hubo un tiempo de noches estrelladas, espejos embusteros y días de arco iris, pero todo eso se esconde tras la penumbra de un recuerdo que nunca aconteció... Hoy en un día de hiriente libertad, veo las cosas a través de un cristal opaco.
Pasa el tiempo y las sombras de aquellos que olvidé me persiguen y sin embargo no me importa... Estoy acostumbrado a vivir entre reflejos difuminados de oscuras intenciones. Nadie puede entrar y nadie puede desentrañar mis miradas esquivas y nerviosas, puesto que nadie ha visto mis ojos.
La realidad me cobra un alto precio por entrar en ella y la imaginación, esa zorra codiciosa y cruel, me invita a dar un paseo en un viaje que no volveré a realizar...
Veo la oscuridad que me envuelve entre mentiras acreditadas y trozos de humildad perdida... De nuevo oigo susurros de conspiradores perversos y de cristales rotos que cortan los restos de mi perdida humanidad... Un reflejo verde aúlla por su gran perdida como un perro sin amo...
Las cadenas envuelven mi cadáver y me atraen hacia una luz negra y dolorosa que me arrastra hasta los límites de la locura...
Pronto llegará el fin y, hasta entonces, estaré esperando entre tinieblas... En un frió ardiente que derrite todo aquello que no toca.
Las llamas heladas de mis lágrimas inundan el cauce de mi río vital cayendo en el paraíso de la untocompasion en el cual fluyen recuerdos de promesas infundadas, aprecios intangibles y heridas de placer y sensiblería...
Ahora que todo ha terminado tan solo puedo decir que he entrado en un círculo del cual nunca saldré...

Rabia

Rabia Hace ya mucho que condené mi alma... quizá fue en un suspiro que quedó grabado en alguna nota o quizá no es mas que una lagrima mas perdida en el vacio... nunca lo sabré...
Lo que si se es que te dediqué hasta mi ultima lagrima, hasta mi ultimo suspiro intentando que me amaras en una ficcion absurda que jamás llegó... Y ahora, cuando estás mas lejos que nunca toco de nuevo soñando que existe un futuro... que hay algo mas alla de mi tormenta... mas alla del frio... Esperando que quizá mañana se haga de dia y la luz vuelva a bañar mi cara alejandome de la oscuridad que te rodea... Pero no, cada noche vuelvo a ser el mismo y vuevo a estar donde comenzé: En lo mas profundo de una mentira.
Y siento rabia por haber dado mi corazon a un fin inutil y me desespero al sentir como la rabia me domina... Como sepulta mis principios bajo un lecho de amargura... como cada dia mi corazón se vuelve mas negro y mas pequeño mientras sonries y piensas que todo está bien...
Y los focos ya no dan la luz que deberían y las notas se vuelven frágiles escapandose de mis dedos sin mi permiso... y solo me queda un frio trozo de madera y acero para poder seguir respirando mientras me asfixia el veneno que rodea el mundo... Dices que estoy bien y en la distancia huyes tanto como yo... y mientras miro tus ojos una vez mas tratando de buscar un poco de esperanza veo como ya solo queda de ti el recuerdo de lo que nunca fué, y las lagrimas que derramaré esta noche sobre otro escenario...
Y mientras yo vacio mis venas tu simplemente sonries diciendo que todo está bien... huyendo a tu mundo de nuevo y dejando que la musica llore cuando yo no pueda hacerlo...

P.D. Cualquier alusion a alguna persona es ficticia. No me siento asi por nadie que ninguno de vosotr@s conozcais. Es parte de mi pasado.