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Música + Internet = ¿Cárcel?

[Nota: No he conseguido localizar las fuentes originales pero esto lo ví en el foro de eMulespaña]

El próximo 1 de Octubre más de media España puede acabar en la cárcel. La reforma del Código Penal, a la que curiosamente tanto PSOE como IU presentaron enmienda a la totalidad cuando fue propuesta por el PP, va a entrar en vigor tal y como la redactó el gobierno anterior y parece ser, según nos cuentan, que los internautas vamos, por fín, a ser encerrados como Dios manda para que los músicos de este país puedan vivir de su música sin que les robemos nada. ¿Habrán habilitado espacio suficiente en cárceles y demás centros de detención para los cientos de miles de internautas españoles que existimos en La Red?. Porque hay algo con lo que quizá no han contado: La Solidaridad que en Internet habita. Y si en este país se produce una sola detención por hacer uso de los programas P2P, seremos cientos de miles los internautas que nos presentemos en la comisaría más cercana a nuestro domicilio para entregarnos voluntariamente y correr la misma suerte que el o la compañero/a detenido/a. Quizá esto no lo sepa el Gobierno y por eso se lo digo; para que vayan estudiando qué van a hacer con nosotros y en dónde nos van a encerrar. Claro que quizá me equivoque, a tenor del cambio de talante del señor Zapatero sobre esta reforma cuando ha llegado a Moncloa, y sí que se haya previsto y acabemos en Guantánamo...

Dejando de lado la sorpresa que me produce este "cambio de chaqueta ideológico" que ha sufrido el Partido Socialista en tan poquito tiempo, no puedo dejar de hacer algunas reflexiones sobre el gran peligro que corro, a mis 52 primorosos años, de acabar entre rejas por hacer uso (muy de vez en cuando) del derecho a la copia privada que la Ley me concede. Me pregunto: ¿meterán también en la cárcel a los usuarios de radiocasetes?. Porque, por mucho que digan los detractores de las nuevas tecnologías, grabar una canción descargada de Internet, en un cd, para escucharla en el coche o en mi casa, es exáctamente igual que grabarla en una cinta de casette cuando la emiten las emisoras de radio o la tele... ¿o no lo es?... que alguien me explique la diferencia, por favor, porque es que yo, sinceramente, no la encuentro por muchas vueltas que le doy al tema.

"La música se muere", nos dicen desde las televisiones, radios y carteles pegados, sobre todo, en las marquesinas de las paradas de autobuses. Y eso es mentira, señoras y señores; eso, es mentira. Lo único que se está muriendo es el negocio que a costa de la música hacen empresas discográficas y entidades de gestión de derechos de autor que nada tienen que ver con el arte de componer y expresar de forma canora esa composición. Ese negocio, sí que se muere. Y se va a morir de todas formas, con detenciones o sin ellas, porque como dice el dicho: "Se puede engañar a todos algún tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo". Y ya está bien de embustes, patrañas e insultos. Quizá hasta venga bien alguna detención de verdad para sacar el tema, de una vez por todas, a la palestra...

"Ahora la Ley actúa", eso nos dicen también. Pero... ¿es que antes no actuaba?. La Ley, precisamente la de Propiedad Intelectual, recoge muy explícitamente la diferencia que existe entre la copia privada y la copia de seguridad, diferencia que, muy torticeramente, obvian las citadas discográficas y la SGAE y afines para confundir a la gente y hacer parecer igual lo que, con total claridad, repito, está más que diferenciado en la citada Ley. La copia de seguridad es la que se puede hacer de una obra original con el fin de preservar ésta de roturas o averías; es imprescindible, por tanto, poseer el original para poder tenerla. La copia privada no exige la posesión del original ya que es la que un usuario puede hacer, de cualquier obra, para su uso personal, siempre que no exista ánimo de lucro al realizar dicha copia. Estaríamos ante la grabación de una canción emitida por la radio en una cinta de casette o descargada desde Internet y grabada en un cd, que podríamos escuchar todas las veces que quisiéramos, pero que no podríamos vender a nadie, porque entonces habría ánimo de lucro y sí que sería ilegal a todas luces. Como ejemplo de copia de seguridad, podríamos utilizar las sesiones que preparan los discjokeys en las discotecas que, obviamente, sí que se lucran con la difusión de las obras musicales y deben, por tanto, poseer los originales de las canciones que utilicen para mezclar esas sesiones.

Lo que realmente es delito es vender obras musicales con dispositivos anticopia cuando es público y notorio que el derecho a copiar lo que se ha comprado está recogido en la Ley de Propiedad Intelectual... ¿Dónde está el Fiscal General del Estado?. ¿O es que un delito fragante como este no merece su atención?... en Francia si que lo ha merecido y ya hay demandas en marcha contra empresas discográficas por vender DVDs con estas protecciones. En España, por contra, la simple tenencia de un rotulador podrá ser considerada un delito dentro de unos días, ya que para quitar la protección de un tipo de DVD (no recuerdo cual), basta con pintar su filo con un rotulador, y la reforma dice algo similar a esto: "El que se encuentre en posesión de cualquier dispositivo o programa que para desactivar la protección anticopia sirva..." Pa echar a correr, vamos, dicho sea en granaíno puro y con mucha guasa...

Resulta chocante que la propia página web de la SGAE informe a cualquier visitante que a ella acceda, del derecho que se tiene a la copia privada:

"Según la Ley de Propiedad Intelectual una obra ya divulgada puede ser reproducida sin autorización del autor cuando dicha reproducción se hace "para uso privado del copista" y siempre que la copia no sea objeto de utilización colectiva ni lucrativa.
Por tanto, un usuario particular no tiene que solicitar autorización del autor/es de una obra musical o audiovisual cada vez que graba la misma para su propio uso, y sin que vaya a ser objeto de negocio.
Pero esta reproducción autorizada por Ley, genera una remuneración compensatoria por copia privada, que está regulada también en el artículo 25 de la Ley de Propiedad Intelectual y que está destinada a compensar la pérdida de ingresos que, para los titulares de una obra musical o audiovisual genera esta posibilidad de hacer copias de las mismas para uso privado. Es obvio que cada vez que se hace una copia de un disco para uso privado, se deja de vender un ejemplar del mismo, por lo que hay que compensar de alguna manera a los titulares de las obras contenidas en el mismo, por los ingresos que dejan de percibir". (sic)

Pues visto esto... ¿de qué se nos acusa?. Si por ejercer el derecho a la copia privada se nos grava con un canon todo aquel aparato capaz de grabar música; se nos aplica también un canon a los soportes necesarios para poder grabarla (cds y dvds); se impone un canon sobre impresoras, scaneres, memorias de máquinas fotográficas, reproductores de mp3...; se incautan del 10 % de la recaudación de cada concierto, obra teatral, recital, etc.; se les cobra a los bares un canon por la música que puedan poner en sus locales; se les recauda el 7% del presupuesto que tengan dedicado a música los Ayuntamientos para las fiestas locales... ¿De qué demonios se queja esta gente?. Ellos mismos están reconociendo el derecho a la copia privada al cobrar absolutamente por todo lo que sea capaz de emitir el más mínimo ruido que tenga semejanza con los acordes musicales... ¿Y pretenden que nos encierren, encima, por copiar canciones, después de haber pagado por todos lados para poder copiarlas?... Permítanme que por pudor, silencie lo que aquí debería seguir...

La realidad, es que esta queja que la SGAE hace no es más que una cortina de humo, densa y negra, que han interpuesto para desviar la atención de los consumidores de la verdadera losa que pesa sobre la música en nuestro país y que no es otra que la nefasta gestión que de ella hacen las empresas discográficas y la entidad antes citada. Muy largo es el tema para desarrollarlo al completo, pero aún así, voy a intentar detallar algunos de los desmanes que con total impunidad se están cometiendo:

1.- Para empezar hay que decir bien claro que NO todos los autores de este país están afiliados a la SGAE. La SGAE NO es la representante de todos los creadores españoles, y, por lo tanto, NO es la abanderada del movimiento musical ibérico por mucho que se esfuerce en hacérselo creer a los que no tienen la suerte de informarse a través de Internet sobre este particular. Son cada vez más los creadores que dan la espalda al modelo de gestión de derechos que esta entidad propone, y la Ley los respalda. En ningún apartado de dicha Ley se dice que un autor tenga que apuntarse a ningún lado para tener derecho al reconocimiento de sus derechos sobre su obra. ¿Y cobran algo estos autores -disidentes sgearianos-, de las recaudaciones que la SGAE hace en su nombre?. La respuesta es NO. Absolutamente todo el dinero que recauda la SGAE se reparte entre sus afiliados. No hay que ser muy "entendido en leyes" para darse cuenta de que aquel que se queda con algo que no es suyo hace algo que "no está bien", y si la SGAE recauda un impuesto global, como son todos estos cánones, y lo reparte entre sus afiliados nada más... pues creo que la Fiscalía debería de ser quien terminara este párrafo, así que ahí lo dejo... aunque sí voy a decir que, cuando menos, una auditoría por parte del Tribunal de Cuentas sí que vendría a cuento...

2.- Para poner en práctica el verbo GRABAR en informática, son necesarias dos cosas además del lógico ordenador: Una grabadora y un soporte. Ambos están "canonizados". La grabadora con 0,60 euros. El soporte con 0,13 euros por hora de grabación si se trata de audio (CD) o con 0,30 euros por hora si es audiovisual (DVD). Aclarando: Una grabadora sin CD, no sirve para grabar; un CD sin grabadora, tampoco. Sin embargo se gravan las dos cosas; o sea, que pagamos doble canon por una sola grabación... quizá por estos pequeños detalles se diga por ahí fuera que "Spain it's diferent"... sobre todo porque encima de que se nos haga pagar estas duplicidades... se nos llama piratas y pendejos electrónicos por hacerlo y ahora, además, se nos quiere meter en la cárcel... muy negro el panorama en pleno siglo XXI.

3.- El que un CD normal y corriente lleve incluido en su precio 0,20 euros (13 céntimos por hora son 20 céntimos por CD, ya que la duración de los mismos suele ser de 74 minutos), puede parecer una cantidad irrisoria y casi nadie echa cuentas al comprarlo... pero si leemos en el informe anual de gestión de la SGAE correspondiente al año 2002 la cantidad recaudada por este canon, mejor es hacerlo sin tener la boca llena para no correr el riesgo de atragantarnos porque... fueron 38 millones de euros los que por este concepto se embolsaron los cantantes apuntados a la SGAE; 38 millones del año 2002; esperemos al 2006 para conocer los resultados del corriente...

No sería criticable, por muy abultada que fuese la cantidad, si este montante fuera fruto realmente de grabaciones musicales, pero.... ¿todos los CDs que se venden en este país se emplean para grabar música?... No, no, no y no. Tan es así, que una enorme cantidad de esos dineros recaudados, los han pagado los mismísimos presupuestos del Estado. ¿Les parece extraña esta afirmación?. Pues vamos a divagar un poquillo: El Ministerio de Justicia, lógicamente, emplea estos soportes para archivar los casos judiciales que se celebran en todos los juzgados del país. De paso habría que añadir aquí los despachos de abogados, notarías, procuradurías, etc, etc... ¿Cuántos cds puede gastar la Judicatura y todas sus derivaciones al cabo del año en España?... muchísimos ¿verdad?... pues multiplicados por 0,20 euros, la cantidad resultante es la cuantía con la que contribuye este colectivo a la "buena salud" de los afiliados a la SGAE en esta España que vivimos; cantidad que, desde luego, no debe ser nada despreciable. Pero sigamos, que hay más: El Ministerio de Sanidad y la Seguridad Social, así como hospitales, residencias de todo tipo y consultas médicas en general, etc., etc., también usan estos soportes para archivar los datos de los pacientes españoles. ¿Cuántos "cederrones y deuvedeses" gastará el colectivo médico al año en nuestro país?. La cifra debe ser elevadísima ¿no?... pues multipliquemos por 0,20 euros y tendremos la "cantidad insignificante", que según palabras de la "directiva sgeariana" aporta la Sanidad española al mantenimiento de los "pobreticos autores afiliados". Y ¿qué decir del Ministerio de Educación?... Las universidades, colegios, institutos, academias... ¿gastarán Cds y DVDs en sus jornadas lectivas?. ¿Usarán estos soportes para archivar los datos académicos del colectivo estudiantil?.... Con total seguridad que sí y muchos han de ser los soportes que utilicen, que, como no podía ser de otra manera, van gravados con sus 0,20 céntimos cada uno para que la SGAE los reparta entre sus abonados.... Esto ya sí que empieza a ser preocupante ¿verdad?... pues ajustense los cinturones, porque hay más, mucho más: ¿Y las Administraciones Públicas?... Ayuntamientos de todas las provincias españolas, Diputaciones, Sedes Gubernamentales, Delegaciones del Gobierno, Juntas de Comunidades Autónomas, Instituciones de todo tipo, Sedes del Gobierno Central repartidas por todo el territorio nacional, Congreso de Diputados, Senado, Parlamentos Autonómicos... ¿Podríamos conocer el número de soportes informáticos que utiliza la Administración española al año sumando todas y cada una de sus delegaciones?. Sinceramente creo que no; pero sí que podemos imaginar un número muy alto y multiplicarlo por los 0,20 centimitos de nada... a buen seguro que me dejo alguna Institución sin nombrar, pero por lo que respecta a la "partida" que para los representados por la SGAE contemplan los Presupuestos Generales del Estado, creo que con esta muestra es más que suficiente para concienciar a los "no pendejos" un poquito sobre de qué va esto de la piratería en Internet... así que voy a referirme, también de pasada, a la Empresa Privada, que también paga ¡cómo no!, a estos pobres "esmayaos" que, gracias a Dios, tienen a la SGAE como ángel protector...

Empresas de diseño gráfico, redacciones y editoras de diarios y revistas, bancos y cajas de ahorros, talleres mecánicos, hipermercados y grandes superficies, empresas distribuidoras de productos de alimentación (Merca-Madrid, Merca-Barna... etc.), proveedores de servicios de telefonía, clínicas privadas, dentistas... en fin, ¿para qué seguir?...

Y digo yo: ¿Sería tan difícil hacer como con el gas-oil?. Ya se sabe que el gas-oil que usan los barcos y maquinaria agrícola es rojo, en vez de amarillo, para que la Guardia Civil pueda comprobar el posible fraude sólo con una ojeada... ¿no se podrían usar CDs "coloraos" para la música?, porque de este modo, cualquier CD de otro color que contuviera algún tipo de cántico, fuese del tipo que fuese, podría ser incautado "ipso facto" y su propietario puesto a disposición judicial para que sobre él cayese todo el peso de la Ley... pero quizá esta solución sea demasiado fácil...

No obstante, y antes de terminar esta "bajada a los infiernos" que para mí supone adentrarme en "los suburbios de esta entidad de gestión", no puedo dejar de hacer mención a dos barbaridades más que también se cometen, con la total anuencia de los hasta hoy gobernantes que en este país ha habido, fuesen del pelo que fuesen, contra los propietarios de bares y restaurantes y de las tiendas de discos. A los primeros, se les cobra no sólo por poner CDs musicales en sus locales, sino también por tener televisión o radio. Son el único colectivo que tiene que pagar por hacer publicidad a los artistas en sus negocios. ¿Hay algo más incongruente que esto?. Es decir, cuando toda empresa paga precios, en algunos casos astronómicos, a quien haga publicidad de sus productos, a los cantantes les pagan los bares por hacerles publicidad de sus obras.... ¡Toma tela marinera!. Como si los clientes fuésemos a los bares a escuchar música y a extasiarnos con los gorgoritos del Bisbal o de la estrella de turno... no sé en otras ciudades como será este asunto del bebercio, pero en Granada, la gente va a los bares a comer tapas, beber copas y contar chistes, principalmente.

Cuando los dueños de estos negocios se enteren de que se pueden bajar de Internet canciones libres de derechos de autor, que pueden grabar libremente en cds y reproducir cuantas veces quieran sin tener que pagar nada por ello ¿seguirán pagando a la SGAE el recibo que les autoriza a tener como ruido de fondo las canciones de sus representados?... a mí me da que no. Y no van a tardar mucho en enterarse de que no sólo hay grupos que darían saltos de alegría al saber que tal o cual hostelero ha decidido reproducir sus obras en su negocio, sino que ya existen en Internet emisoras en las que sólo se emiten canciones de libre reproducción, asíy que les basta con tener un ordenador conectado a Internet para tener música, sin problemas asociados, dando ambiente las 24 horas del día... tiempo al tiempo, señores, tiempo al tiempo...

Lo de los segundos, las tiendas de discos, sí que es de Juzgado de Guardia. Resulta que si a un comerciante de este tipo se le ocurre poner a la venta cualquier obra de un artista que no pertenezca a la SGAE, le es retirada toda la mercancía que en su local tenga y cuyos derechos de autor represente esta entidad; o sea, toda la mercancía. Monopolio puro y duro. Por eso, con tantísima polémica como hay sobre este asunto, no hay ni uno que haya dicho esta boca es mía. ¿Cómo es posible que se permitan hechos como este en la época que vivimos?. ¿Realmente no hay un sólo político en este país que no haya caído en la cuenta de estos abusos?. Miedo me da pensar que así sea, no ya por la música en sí, que nunca va a desaparecer como quieren hacernos ver, sino por la falta de sensibilidad política hacia la cultura, en general, por parte de los gobernantes. Abandonar a su suerte a autores principiantes, condenándolos a hipotecar sus obras, tanto presentes como futuras, a la gestión de la SGAE sin ofrecer ninguna otra alternativa; negarse a fiscalizar las recaudaciones que la SGAE lleva a cabo, haciendo un justo reparto de los beneficios entre TODOS los autores que estén registrados como tales; volver la cara cuando empresarios de todo tipo estan siendo coaccionados por los inspectores de la SGAE, a los que algunos llaman "buitres" en privado, no sin cierta razón, que llegan a sus negocios en coches de superlujo y haciendo ostentación del poder que, parece ser, la Ley les otorga... La verdad es que estas actuaciones nos retrotraen a tiempos que deberían estar ya más que olvidados. Pero así es por ahora, por desgracia, aunque tengo la impresión de que pronto, muy pronto, va a empezar a dejar de serlo.

Quiero terminar este artículo con una referencia somera a la reunión que hace unos días tuvo el Presidente Zapatero, en Moncloa, con una representación de la musicalidad española, en su inmensa mayoría inscrita en la SGAE, aunque había algunos; dos de los disidentes, pertenecientes al grupo Dead Capo y responsables del sello Pueblo Records, relatan la experiencia (que no tiene desperdicio), y de su relato, entresaco algunos párrafos:

..."La cita previa era en la sede de la AFYVE (Asociación Fonográfica y Videográfica Española); mal empezamos. Al llegar comprobamos quién compone la constelación anunciada: Alejandro Sanz, La Oreja de Van Gogh, Café Quijano, Amaral, Alex Ubago, Mago de Oz, Estopa, Andy o Lucas (nunca supimos quién de los dos era), David Bisbal...

...Entran en escena Teddy Bautista y Luis Cobos, enfrascándose en una especie de arenga pre-batalla. Por lo visto, el lema del día es: “La música se muere, ayúdanos”. Ruegan una y otra vez que a nadie se le ocurra discrepar ni lanzar otros mensajes. Para reforzar la uniformidad, reparten pegatinas y camisetas con el lema de marras. Nos meten en un autobús. Alejandro Sanz irrumpe al grito de “los buenos, atrás”; le siguen algunos amigotes. Delante nos quedamos los malos, los sin-pegatina, el zanfonista Germán Díaz, una simpática chelista de la Joven Orquesta Nacional de España y nosotros. Ya en marcha, la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) y AFYVE vuelven a dar muestras de su irrefrenable amor por el pensamiento único: una mujer sin identificar ordena que cada uno saque su disco y escriba la única dedicatoria permitida: “La música se muere, ayúdanos”; precioso, pero esa clase de poesía se la dejamos a los buenos...

Llegamos a La Moncloa. Tras la foto de rigor, comienza la función. El presidente del Gobierno, sentado en un sofá, con los chavalotes de Estopa a un lado y Alejandro Sanz al otro, se dispone a escuchar lo que los músicos de este país han venido a decirle. A partir de este momento las cosas cobran un cariz difícil de definir: vergonzoso, ridículo, esperpéntico, patético... bufo incluso. Entre constantes alusiones a la retirada de las tropas españolas de Irak, siempre en clave humorística, se suceden las descacharrantes intervenciones de los músicos más exitosos del estado. Amaia, la pizpireta y nasal cantante de La Oreja de Van Gogh, demanda una mayor contundencia por parte de las fuerzas del orden en su actuación contra la piratería. Solución policial (¿no hemos oído esto mismo en otro contexto unas cuantas veces?). Al hilo de lo cual, Alejandro Sanz se aventura a asegurar que “en este país apuñalar es gratis”, refiriéndose a la escasa penalización de la piratería; luego va más allá y deja claro que para él comprar un CD pirata y robar en un banco es lo mismo... O no es lo mismo, ¿en qué quedamos, Alejandro?..."

Estopa; los de la ascensión meteórica conseguida gracias a que un amigo colgó en Internet todas sus maquetas... Alejandro Sanz; el artista mejor pagado del repertorio nacional, que cobra la friolera de 300.000 euros por concierto, con una pegatina en el pecho: "La música se muere, ayúdanos"... Patético. Real y asquerosamente patético...

Podría escribir mucho más sobre esto, como podrán ustedes suponer, pero creo que ya es suficiente para empezar a concienciar a los no internautas de la realidad que vive la musica en nuestro país. Los que habitamos en La Red, tenemos la suerte de contar con informaciones directas y de primera mano, en tiempo real, de cada uno de los abusos que se están cometiendo amparándose en la "fama de niñatos" que los internautas tenemos. Y niñatos hay, sí, pero son muchas más las personas que, como yo, no tienen edad ni tiempo para andar con "choriceos". Que buscan y encuentran en Internet información, cierta o equivocada, pero siempre veraz y no manipulada. Que usan los programas gratuitos y de código abierto que, cada vez con más frecuencia y calidad, programadores altruistas ponen a su servicio sin más interés que el de promocionar su obra y mejorarla con las impresiones y recomendaciones que compañeros programadores de todo el mundo les hacen o sugieren. Que no necesitan recurrir a piratear nada porque les sobran cosas gratis para satisfacer sus necesidades en todos los ámbitos. Que cada vez escuchan menos música "comercial" porque gracias a estos desmanes, han descubierto que la calidad musical no está en lo que anuncia la tele, sino en las obras de autores que de verdad sienten lo que hacen y necesitan ser escuchados para sentirse artistas; artistas que, a la vieja usanza, buscan vivir de su música con conciertos y directos, no sentados en el sillón de su casa.

Y La Red y sus Internautas hemos decidido apoyar a estos chicos. Internet, en la actualidad, es un hervidero de mp3 gratuitos de todos los estilos musicales que se pueda imaginar. Como setas tras un chaparrón en un día de verano, se multiplican las páginas web que ofrecen espacio en sus hosting a grupos noveles para que cuelguen sus obras. Para que las oiga quien quiera. Para que las grabe quien quiera. Ha llegado el momento, sin ningún género de dudas, de darle "otro aire" a la música. El que quiera que se suba al carro. Internet está siempre abierta a todo aquel que con buena intención se acerque a ella y, como medio publicitario, resulta notorio que no tiene parangón: ¿Serán capaces de darse cuenta de ello algún día los vasallos de la SGAE?.... como decía en alguno de los párrafos anteriores, tiempo al tiempo, señores, tiempo al tiempo...

Vampirillo, internauta.
Septiembre de 2004

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