Henar
Jugando a enredarme los dedos mientras tu observas el fuego reflejado en mis ojos. Toda una noche haciendo nudos en mis manos, todo un día para despertar las cenizas de aquel fuego.
Y así pasa una vida, tu sentado sólo observas y yo jugando sola practico ataduras imposibles para un lazo invisible que cojo de tus muñecas.
En una habitación sin puerta y con la ventana pintada en la pared con un eterno paisaje invernal.
Desearía dejar las cenizas al fondo del lago helado y fueses tu a despertar el fuego de hielo que esta dentro de mi boca.
Volví a despertar,
a sentirme un humano mas
Pero tal vez debí prevenir
que el mundo ya no era el mismo que conocí.
Sentía a cada paso
la sonrisa malintencionada del destino
Y las sombras ya no existían
Estaba yo sola, en una suspensiva agonía.
En las orillas del mar escondida
ahí, de donde bebieron los dioses
Sumergí mi cabeza para despejar
los pensamientos apocalípticos de la verdad.
Solo sal y espuma de rabia divina
pude recibir de aquella unción,
que sirvieron únicamente para terminar de abrir
las heridas de los recuerdos infinitos de vivir.
Ya está, estoy ahogada en la desesperación
de no saber a donde ir,
cuando las ilusiones recogidas
se rompen entre mis manos y se dejan lentamente morir.
Y el día que todo acabe no sé lo que haré, tal vez muera o tal vez desaparezca sin más, pero creo que mi corazón estará eternamente, pues soy magia y mientras haya alguien que crea en mi, prevaleceré sobre todo y ante todo, no me olvides, no me mates. No me olvides, sigue creyendo y yo siempre estaré contigo, hasta que tu quieras, pero no olvides que al menor síntoma de escepticismo por tu parte yo me desvaneceré y tu seguirás aquí, culpable de mi muerte, llorando mi perdida... ¿dónde iré?, quién sabe todo es una pregunta sin respuesta pues todavía nadie ha vuelto para decirnos donde fue cuando su corazón paró y desapareció sin explicación. Tu llorarás y yo... Ya lo averiguarás cuando dejen de creer en ti, aunque ten en cuenta que mi corazón seguirá contigo o sin ti, seguirá lleno de amor o de odio, no hagas la prueba, guárdalo y no preguntes, llora porque yo no estoy y tu no sabes donde irás, llora.
Porque tu no quieres ver...
ni oír...
ni tocar...
siquiera sentir la brisa
del suspiro que dedico a tu sonrisa
erizada la piel
por el solo rozar de tus dedos
la caricia que tu pelo
brinda al viento
debiera ser mía
la mirada dedicada
a las estrellas
debiera ser mía
el beso lanzado
en el sueño olvidado
debiera ser mío...
mas no
sigue tu camino
que el mío acaba en nada...
Sangre, de inocentes o
culpables,
siempre es la misma
y no importa de quien,
la sangre derramada
por los asesinos,
seres sin razón
que creen tener
el poder de quitar vida.
Esos seres verán con
sus ojos de acero
el fin de sus vidas
y el grillo que
vive dentro de ellos
muerto hace ya demasiado
tiempo,
volverá y gritará:
Escucha ahora, es tarde, pero escucha
Descubren que mueren
Y nadie llora por ellos
pero es por que ya estaban
muertos hace mucho
en el momento en que
robaron la primera vida
dejaron la suya atrás,
ellos no tienen sangre.
Princesa de un oscuro corazón,
reina de una negra alma,
todo oscuridad, todo silencio,
y los espíritus a mi alrededor
me rodean con sus estelas.
Yo soy y seré la luz,
luz que ilumina el camino
hacía la oscuridad,
donde reinaras conmigo
desde los tronos de cristal
los dos juntos
para toda la eternidad.
Estaba sentada, en la parada del autobús, después de una noche de fiesta en casa de Clara, dibujando y pensando que el autobús tardaba demasiado. Una niña y una mujer (que supongo sería su madre) se sentaron a mi lado y la niña comenzó a preguntarme :
-Niña:-¿Qué haces?
-Yo:- Un dibujo (sin muchas ganas de hablar, la resaca me mataba)
-Niña:- ¿Es de la tele?
-Yo:-No.
-Niña:- Yo no lo he visto nunca, ¿Qué es?
-Yo:- Sólo un dibujo, no sale en la tele.
-Niña:- Yo vivo en la calle.
En ese momento yo me quedo sin palabras, y me quedo mirándola, un coche para cerca y hace sonar el claxon, la mujer coge ala niña y sube al coche, que esta lleno de cajas, la niña monta en el asiento de delante con una mujer mayor, y la otra mujer se hace un hueco entre las cajas, el coche arranca y se van. Era un coche gris, muy nuevo.
Yo me quedo en la parada, esperando el autobús y sigo dibujando. Pienso en la niña, y sus ojos enormes. Hoy ha sido un día extraño, supongo que debería dormir.
La mirada de la niña se mantiene en mi cabeza y su ultima frase retumba en mi cerebro.
El autobús aparece y me lleve a ...una casa.